Todo trabajador de planta tiene derecho a crecer en jerarquía, lo que conlleva consigo un incremento de las responsabilidades. Las gestiones de Liliana Alvarado se han caracterizado por un profundo respeto a los derechos laborales; es por eso que convoca al concurso, porque las jefaturas y direcciones hoy están subrogadas. En la actualidad, esos cargos están siendo ejecutados, pero sin el reconocimiento oficial. Esto implica que el presupuesto ya los contempla, por lo tanto, no se está hipotecando nada ni comprometiendo presupuestos futuros.

Los concursos, por su exigencia, contribuyen a mejorar la calidad del profesional que desempeñará el cargo, redundando en una mejor prestación del servicio de la administración pública.

Es lamentable que discursos basados en la ignorancia o mal intencionados circulen y se repliquen entre nosotros. 

Hablar livianamente de soberbia puede ser resultado de un desconocimiento de la estructura y los mecanismos que conforman al Estado Municipal o del desprecio hacia los derechos de los trabajadores. Derechos que seguramente los gremios y trabajadores sabrán defender como corresponde. 

Hasta el 10 de diciembre corresponde a esta gestión administrar las políticas municipales en todos los ámbitos de su competencia.

La transición no implica cogobierno, no existe corresponsabilidad legal. Toda decisión que se tome hasta la fecha mencionada es responsabilidad exclusiva de la gestión actual. Se dialoga, se participa medidas resueltas como la convocatoria a concurso, pero no se comparten las responsabilidades. Y mucho menos aquellas que puedan atentar contra los derechos de los trabajadores y trabajadoras. 

Después del 10 de diciembre, la próxima gestión contará con todas las herramientas legales para adoptar las medidas que considere necesarias para llevar adelante su gobierno.